Me considero lectora modelo de la poesía. Desde que estudié la educación primaria me llamó la atención este género literario, debido a su nivel de expresión, la métrica y el ritmo que este conlleva.
Participe en diversos concursos en los cuales destaque por mi gusto para declamar. Dentro de mis preferidos se encuentran los de temas nacionalistas tales como: La Niña de Guatemala, La Marimba, Yo Pienso en Ti, entre otros.
Soy lectora modelo de escritores como: José Martí, cubano exiliado en Guatemala, José Batrés Montúfar, digno representante chapín, Mario Benedetti, ese uruguayo de mágica poesía, entre otros destacados de Hispanoamérica. Me califico así porque me gusta la poesía romántica y la que realza el sentido nacionalista de nuestra bella Guatemala, por toda la expresión y realidad que encierran en sus párrafos.
Martí, como escritor modelo, dejo plasmado en el inmortal titulo “La niña de Guatemala”, el contexto de la época en la que vivió como exiliado en nuestras tierras. Describe de manera poética la causa de la muerte: “Dicen que murió de frío: Yo sé que murió de amor”. Esa frase que llega al corazón, que nos describe que el sufrimiento del alma va mas allá que el físico, del amor sobre la vida misma. Además, tacha de manera inequívoca la hipocresía de la alta sociedad, al utilizar la muerte de esta pequeña como un símbolo de falsa unidad, demostrando que a pesar del tiempo, los grupos sociales siguen aprovechándose de las desgracias de otros.
La Niña de Guatemala, por José Martí
Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.
Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!
...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!
Participe en diversos concursos en los cuales destaque por mi gusto para declamar. Dentro de mis preferidos se encuentran los de temas nacionalistas tales como: La Niña de Guatemala, La Marimba, Yo Pienso en Ti, entre otros.
Soy lectora modelo de escritores como: José Martí, cubano exiliado en Guatemala, José Batrés Montúfar, digno representante chapín, Mario Benedetti, ese uruguayo de mágica poesía, entre otros destacados de Hispanoamérica. Me califico así porque me gusta la poesía romántica y la que realza el sentido nacionalista de nuestra bella Guatemala, por toda la expresión y realidad que encierran en sus párrafos.
Martí, como escritor modelo, dejo plasmado en el inmortal titulo “La niña de Guatemala”, el contexto de la época en la que vivió como exiliado en nuestras tierras. Describe de manera poética la causa de la muerte: “Dicen que murió de frío: Yo sé que murió de amor”. Esa frase que llega al corazón, que nos describe que el sufrimiento del alma va mas allá que el físico, del amor sobre la vida misma. Además, tacha de manera inequívoca la hipocresía de la alta sociedad, al utilizar la muerte de esta pequeña como un símbolo de falsa unidad, demostrando que a pesar del tiempo, los grupos sociales siguen aprovechándose de las desgracias de otros.
La Niña de Guatemala, por José Martí
Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda.
...Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.
...Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.
Como de bronce candente
Al beso de despedida
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!
...Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!